Poemas del alma

Rafael Enrique Cárdenas
Rafael Enrique Cárdenas

Hemos recopilado los más bonitos poemas del alma y te los traemos todos en este artículo. Disfruta de estas joyas literarias que de seguro te encantarán.

Poemas del alma cortos

Poemas del alma cortos

Empezamos nuestra selección con un poema corto que en apenas unas cuantas frases te erizará la piel y quizás te saque alguna lágrima. [anuncio_b30 id=3]

Despedida (Jorge Luis Borges)

Si hay algo que nace del alma son las palabras de despedida que en algunas ocasiones debemos decir, y este poema de Jorge Luis Borges lo expresa muy bien.

Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.
No habrá sino recuerdos.
Oh tarde merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo…
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.

Poemas para el alma tristes

Poemas para el alma tristes

Los poemas para el alma que tienen un tinte de tristeza y melancolía, poseen una particularidad: son capaces de traspasar la piel y penetrar en lo más hondo de nuestro ser, haciendo emerger sentimientos que quizás desconocíamos. [anuncio_b30 id=4]

Acabar con todo (Octavio Paz)

Acabar con todo es el título de uno de los poemas más tristes escritos por el gran poeta mexicano Octavio Paz. En estas líneas, Paz aborda una realidad que a veces nos envuelve y que nos hace pensar en ponerle fin a una vida llena de tristeza, desilusión y decepciones.

Dame, llama invisible, espada fría,
tu persistente cólera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,
oh mundo desangrado,
para acabar con todo.

Arde, sombrío, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.

Arde en el vasto cielo, laja y nube,
bajo la ciega luz que se desploma
entre estériles peñas.

Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente,
de raíces heladas y sedientas.

Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
arde dentro del aire hueco,
horno invisible y puro;
arde como arde el tiempo,
como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento;
arde como la soledad que te devora,
arde en ti mismo, ardor sin llama,
soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
oh mundo seco,
para acabar con todo.

Poemas del alma de Mario Benedetti

Son muchos los poemas de Mario Benedetti que llegan al alma, y es que la sutil y polifacética pluma del escritor uruguayo sabe tocar la fibra de las emociones humanas. Un ejemplo perfecto de esto es el poema que ahora te dejamos.

Te quiero

Este es uno de los poemas más conocidos de Benedetti, en él, el escritor expresa de una forma fascinante el inmenso cariño que le tiene a su amada, y se trata sin dudas de palabras que llegan al alma.

Tus manos son mi caricia, mis acordes cotidianos,
te quiero porque tus manos trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo somos mucho más que dos.

Tus ojos son mi conjuro contra la mala jornada,
te quiero por tu mirada que mira y siembra futuro.

Tu boca que es tuya y mía, tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca sabe gritar rebeldía.

Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo somos mucho más que dos.

Y por tu rostro sincero y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo, porque sos pueblo te quiero.

Y porque amor no es aureola ni cándida moraleja
y porque somos pareja que sabe que no está sola.

Te quiero en mi paraíso, es decir, que en mi país
la gente viva feliz aunque no tenga permiso.

Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo somos mucho más que dos.

Poemas del alma de Jaime Sabines

Poemas del alma de Jaime Sabines

El poeta mexicano Jaime Sabines también escribió poemas de amor, de tristeza y de soledad, que llegan al alma y hacen escapar un suspiro a millones de románticos de todo el mundo.

Me doy cuenta de que me faltas

¿Qué sentimientos se experimentan cuando la persona a la que se ama no está? Desolación, desesperación, tristeza y una terrible soledad. Esto es lo que plasma Sabines en este poema que traemos para ti.

Me doy cuenta de que me faltas
y de que te busco entre las gentes, en el ruido,
pero todo es inútil.
Cuando me quedo solo
me quedo más solo
solo por todas partes y por ti y por mí.
No hago sino esperar.
Esperar todo el día hasta que no llegas.
Hasta que me duermo
y no estás y no has llegado
y me quedo dormido
y terriblemente cansado
preguntando.
Amor, todos los días.
Aquí a mi lado, junto a mí, haces falta.
Puedes empezar a leer esto
y cuando llegues aquí empezar de nuevo.
Cierra estas palabras como un círculo,
como un aro, échalo a rodar, enciéndelo.
Estas cosas giran en torno a mí igual que moscas,
en mi garganta como moscas en un frasco.
Yo estoy arruinado.
Estoy arruinado de mis huesos,
todo es pesadumbre.

Poemas del alma de Pablo Neruda

Terminamos este artículo con un poema del alma escrito por Pablo Neruda, uno de los poetas más importantes de todos los tiempos. Neruda le cantó al amor como ningún otro poeta ha sido capaz de hacerlo. Todos sus poemas tienen ese don de llegar al alma y hacernos sentir hasta en los huesos.

Soneto 22

El soneto 22 forma parte del poemario Cien sonetos de amor, publicado en el año 1959. En éste poema nos encontramos a un Neruda narrando un amor que nunca pasó. A pesar de que la relación con su amada llegó a su fin, el amor que siente es tan grande que aún no ha podido arrancarlo de sí.

Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
Sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
En regiones contrarias, en un mediodía quemante,
Eras sólo el aroma de los cereales que amo.

Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
En Angol, a la luz de la luna de Junio,
O eras tú la cintura de aquella guitarra
Que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.

Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto
Mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
Frente a mis ojos estabas, reinándome y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.

¿Quieres leer más poemas de Pablo Neruda? Haz click aquí.

A nosotros nos ha encantado hacer esta selección de versos del alma y esperamos que a ti te haya gustado leerla.

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