Poemas cortos para niños
Los poemas para niños son perfectos para iniciar a los más pequeños de la casa en el mágico mundo de la lectura, y es por eso que hemos preparado este artículo donde te incluimos la mejor selección de versos cortos que puedes compartir con ellos.
Todos estos poemas breves les encantarán a los niños pues se centran en temas que para ellos son comunes y que especialmente les resultan muy interesantes, por ejemplo: animales, naturaleza, amigos, y otros tópicos. Si no nos crees, échale un vistazo a nuestra recopilación.
Poemas para niños
Si eres madre, padre o maestro, encontrarás en estos poemas para niños una ayuda perfecta para que los pequeñines quieran tomar un libro y leerlo, ¿por qué? Porque son versos divertidos, bonitos y cortos que les mostrarán que el mundo de la literatura está creado para ellos.
Canción de la hormiga (Carlos Marianidis)
Con lo frágil que soy,
tierna y pequeña,
de a poco llevaré
toda esta leña.
El invierno será
ventoso y frío;
por eso vengo y voy
por piedra y río.
Cuando empiece a llover
tendré todo hecho
y cantaré feliz
bajo el helecho.
El gato (Anónimo)
El gato sin botas
de puro goloso
amaneció enfermo
de un mal doloroso.
La gata afligida
no duda el motivo
de alguna comida
o de un salto furtivo.
El gato asustado
confiesa su culpa
devoró confiado
cinco ratas juntas.
El dentista en la selva (Gloria Fuertes)
(Por la mañana)
El dentista de la selva
Trabajó intensamente
Con un feroche cliente.
Era el rey de la jungla,
Era un león imponente,
Con colmillos careados
Y que le faltaba un diente.(Por la tarde)
Y dijo el doctor dentista
A su enfermera reciente:
-pon el cartel en la choza,
no recibo más pacientes,
ha venido un cocodrilo
que tiene más de cien dientes.
El verano (María A. Domínguez)
El verano ya llegó
y también vino el calor,
me bañaré en la piscina
con mi lindo flotador.
Mamá no me llama temprano,
porque el cole ya acabó,
pero busco a mis amigos
y jugamos un montón.
El sapito Glo-glo-glo (José Sebastián Tallón)
Nadie sabe dónde vive,
nadie en la casa lo vio,
pero todos escuchamos
al sapito Glo-glo-glo.
¿Vivirá en la chimenea?
¿Dónde diablos se escondió?
¿Dónde canta cuando llueve
el sapito Glo-glo-glo?
¿Vive acaso en la azotea?
¿Se ha metido en un rincón?
¿Está debajo de la cama?
¿Vive oculto en una flor?
Nadie sabe dónde vive,
nadie en la casa lo vio,
pero todos escuchamos
cuando llueve Glo-glo-glo.
Abuelita (Tomás Allende Iragorri)
Quién subiera tan alto
como la luna
para ver las estrellas
una por una,
y elegir entre todas
la más bonita
para alumbrar el cuarto
de la abuelita.
Poemas cortos para niños
Cualquier momento del día es bueno para leer poemas con los niños, pero muchos padres prefieren hacerlo antes de que sus hijos se duerman, para así ayudarles a conciliar el sueño o a que se duerman teniendo unas bonitas palabras en mente.
Precisamente, estos versos que ahora te dejamos son ideales para ambas tareas.
Boda de Flores (José A. del Rosal)
Aquella rosita,
nacida en abril,
quería casarse
con un alhelí.
Irá de padrino
su tío el jazmín,
e irán a la boda
claveles cien mil.
Vestidos de blanco,
verde y carmesí,
la rosa se casa
con el alhelí.
Mi cara (Gloria Fuertes)
En mi cara redondita
tengo ojos y nariz,
y también una boquita
para hablar y para reír.
Con mis ojos veo todo,
con la nariz hago achís,
con mi boca como,
como palomitas de maíz.
Canción de cuna del elefante (Adriano del Valle)
El elefante lloraba
porque no quería dormir…
Duerme elefantito mío,
que la luna te va a oír…
Papá elefante está cerca,
se oye en el Manglar su mugir;
Duerme elefantito mío,
que la luna te va a oír…
El elefante lloraba
y alzaba su trompa al viento…
parecía que en la luna
se limpiaba la nariz.
Las gaviotas (Julián Alonso)
Mira las gaviotas
Volando en el puerto
Con sus alas blancas
Abiertas al viento.
Parecen cometas
Parecen pañuelos
Son sábanas blancas
que van por el cielo.
El barquito de papel (Amado Nervo)
Con la mitad de un periódico
hice un barco de papel,
en la fuente de mi casa
le hice navegar muy bien.
Mi hermana con su abanico
sopla, y sopla sobre él.
¡Buen viaje, muy buen viaje,
barquichuelo de papel!
Qué bueno es mi papá (Anónimo)
Mi papito es muy bueno,
igualito a mi mamá,
se levanta muy temprano,
yo lo voy a saludar.
Yo me subo a sus rodillas,
y me pongo a cabalgar,
ico, ico caballito,
qué bueno que es mi papá.
Poemas para niños de primaria
Si eres maestro de primaria, esta sección de nuestro artículo está pensada en ti y en tus alumnos, pues aquí te dejamos varios poemas que puedes leer y comentar en el aula de clase con los niños.
Encontrarás poemas que forman parte de la tradición popular y que han sido escritos por grandes poetas como Lope de Vega, Federico García Lorca y Antonio Machado.
Los ratones (Lope de Vega)
Juntáronse los ratones
para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.
Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?
La tarara (Federico García Lorca)
La Tarara, sí;
la Tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.
Lleva la Tarara
un vestido verde
lleno de volantes
y de cascabeles.
La Tarara, sí;
la tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.
Luce mi Tarara
su cola de seda
sobre las retamas
y la hierbabuena.
Ay, Tarara loca.
Mueve la cintura
para los muchachos
de las aceitunas.
Pegasos, lindos Pegasos (Antonio Machado)
Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.
En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.
¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!
Llega el invierno (Marisol Perales)
El señor invierno
se viste de blanco,
se pone el abrigo
porque está temblando.
Se va a la montaña,
se mete en el río,
y el parque y la calle
se llenan de frío.
Se encuentra a la lluvia
llorando, llorando,
y también al viento
que viene soplando.
¡Ven amigo sol!
Grita en el camino,
pero el sol no viene
porque se ha dormido.
Las siete vidas del gato (Rafael Pombo)
Preguntó al gato Mambrú
el lebrel Perdonavidas:
— Pariente de Micifú,
¿qué secreto tienes tú
para vivir siete vidas?
Y Mambrú le contestó:
—Mi secreto es muy sencillo,
pues no consiste sino
en frecuentar como yo
el aseo y el cepillo.
La plaza tiene una torre (Antonio Machado)
La plaza tiene una torre,
la torre tiene un balcón,
el balcón tiene una dama,
la dama una blanca flor.
Ha pasado un caballero,
¡quién sabe por qué pasó!,
y se ha llevado la plaza
con su torre y su balcón,
con su balcón y su dama,
su dama y su blanca flor.
Versos para niños
Si estás en búsqueda de hermosos versos para niños, entonces no te pierdas esta sección, porque nos hemos dado a la tarea de seleccionar los mejores para que compartas con tus hijos o alumnos y engancharlos a la poesía.
Estos versos son excelentes para compartirlos en familia e incluso para presentarlos en actividades escolares.
Mi sombra (Edgar Allan García)
Mi sombra me sigue,
mi sombra me atrapa.
Mi sombra se encoge
mi sombra se alarga.
Me imita y se esfuma
se dobla y se agranda
y baja cuando subo
y sube cuando bajo.
Y sin ningún trabajo
es dinosaurio o nube.
Es gigante o enano
y está donde yo estuve.
Sombra que prolongas
la noche en el día.
Ahí donde te pongas
eres mi otra y la misma.
Sombra que asombras
bajo sombrero o sombrilla,
dime en silencio, hermana,
dime, ¿por qué no brillas?
La mariposa (Federico García Lorca)
Mariposa del aire
¡que hermosa eres!
Mariposa del aire
dorada y verde.
Luz de candil…
Mariposa del aire,
quédate ahí, ahí, ahí.
No te quieres parar,
pararte no quieres…
Mariposa del aire,
dorada y verde.
Luz de candil…
Mariposa del aire,
quédate ahí, ahí, ahí.
quédate ahí.
Mariposa ¿estás ahí?
Era un niño que soñaba (Antonio Machado)
Era un niño que soñaba
un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño
y el caballito no vio.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía…
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Paisaje (Federico García Lorca)
La tarde equivocada
se vistió de frío.
Detrás de los cristales
turbios, todos los niños,
ven convertirse en pájaros
un árbol amarillo.
La tarde está tendida
a lo largo del río.
Y un rubor de manzana
tiembla en los tejadillos.
Palomita en la playa (Anónimo)
A la orilla del mar
canta una paloma;
dulcemente canta,
tristemente llora,
dulcemente canta
la blanca paloma;
se van los pichones
y la dejan sola.
Canción del niño que vuela (José Sebastián Tallón)
El niño dormido está,
¡y qué sueño está soñando!
¿Qué sueña? Sueña que vuela.
¡Qué bien se vuela soñando!
Abre los brazos, los mueve
como un ave, y ya volando…
¿Qué sueña? Que no es un sueño.
¡Qué bien se sueña volando!
En la cuna quieto está
pero sonríe, soñando.
¿Qué sueña? Que vuela, vuela.
¡Qué bien se vuela soñando!
Poesía infantil para niños de primaria
La poesía es un género literario que apasiona a más de uno, ¿la razón? Expresa los sentimientos humanos que emana desde lo más profundo del corazón y el alma. Aunque comúnmente se relaciona la poesía con el amor romántico y la tristeza, lo cierto es que existe también poesía para niños, y ejemplos perfectos de esto son las que ahora te mostramos y que se pueden recitar en las escuelas.
Bailaba la niña alegra (Almudena Orellana Palomares)
Bailaba la niña alegre
en una noche estrellada.
Movíase al son del aire,
bajo la luna de plata.
¡Cómo bailaba la niña!
¡Cómo la niña bailaba!
Con ojos como dos faros
y finas pestañas bordadas.
Con el corazón muy blanco
y mariposas en el alma.
Danzaba la alegre niña
bajo la noche estrellada.
Cómo bailaba la niña,
cómo la niña bailaba.
Todo está en su sitio (Gloria Fuertes)
Los lobos en el monte,
los pollitos en el corral,
los peces en el agua,
los barcos en el mar.
Ya todo está en su sitio,
ya todo en su lugar.
Los niños en la escuela
y los patos a volar
El gato en el tejado (Miss Paola)
El gato en el tejado está hambriento y enojado.
Anda buscando un ratón, pero ninguno ha encontrado.
Ya no es el joven de antes, ya no brinca, corre o casi vuela.
Está tan viejo y cansado que ni el hambre lo desvela.
Llegó la hora de dormir. El gato en el tejado bajo la luna sueña.
Mañana será otro día, no estará hambriento y enojado.
Tal vez encuentre un ratón, tal vez encuentre a la niña…
que hasta poco fue su dueña.
El burro flautista (Tomás de Iriarte y Oropesa)
Esta fabulilla,
salga bien o mal,
me ha ocurrido ahora
por casualidad.
Cerca de unos prados
que hay en mi lugar,
pasaba un borrico
por casualidad.
Una flauta en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.
Acercóse a olerla
el dicho animal,
y dio un resoplido
por casualidad.
En la flauta el aire
se hubo de colar,
y sonó la flauta
por casualidad.
“¡Oh!”, dijo el borrico,
“¡qué bien sé tocar!
¡y dirán que es mala
la música asnal!”.
Sin reglas del arte,
borriquitos hay
que una vez aciertan
por casualidad.
Dame la mano (Gabriela Mistral)
Dame la mano y danzaremos;
dame la mano y me amarás.
Como una sola flor seremos,
como una flor, y nada más…
El mismo verso cantaremos,
al mismo paso bailarás.
Como una espiga ondularemos,
como una espiga, y nada más.
Te llamas Rosa y yo Esperanza;
pero tu nombre olvidarás,
porque seremos una danza
en la colina y nada más…
Los juguetes son para jugar a jugar (Gloria Fuertes)
No para Jugar a Matar (de mentira)
Las pistolas (ni de agua)
El revólver (ni de broma)
La escopeta (ni tocarla)
Los juguetes para todo
Y las armas para nada.
Poemas cortos para niños que rimen
Enseñar algunos versos a los pequeñines les servirá para que conozcan el concepto de rima que en la mayoría de los casos está presente en la poesía. Los poemas que compartimos contigo en esta sección están llenos de ritmo que se evidencia en sus rimas asonantes y consonantes. Selecciona los que vayan acorde a la edad de tus niños y léelos junto a ellos.
Los ratones revoltosos (Marisa Alonso Santamaría)
Dentro de su ratonera
dos ratones revoltosos,
ven al gato adormilado
que está cerrando los ojos.
Cada uno por un lado,
le están tirando del rabo,
el gato se ha dado cuenta
pero se hace el despistado.
Le tiran de las orejas,
le dan pequeños mordiscos,
el gato con gran paciencia
las mueve a modo de aviso.
Le han cogido los bigotes
le están haciendo cosquillas,
el gato mueve el hocico
y en su boca un ratón pilla.
El otro se vuelve loco,
grita dando grandes saltos:
“Suelta a mi amigo ratón
que sólo estamos jugando”.
El gato de buen humor,
riéndose a carcajadas,
saca el ratón de su boca
después le sopla a la cara.
Huyendo a la ratonera,
los dos corriendo se han ido,
el gato cierra los ojos
y se duerme divertido.
Canción del Mantis (Carlos Marianidis)
Soy un bicho todo verde,
delgado como un palito.
Salté al lado de una niña
y la pequeña dio un grito.
Yo puse mis patas juntas
como si fuera a rezar
y en vez de tranquilizarse,
la niña empezó a llorar.
Moví apenas la cabeza
para besarla en un dedo
y la niña se escapó…
¡casi me muero de miedo!
De ola en ola (Antonio García Teijeiro)
De ola en ola,
de rama en rama,
el viento silba
cada mañana.
De sol a sol,
de luna a luna,
la madre mece,
mece la cuna.
Esté en la playa
o esté en el puerto,
la barca mía
la lleva el viento.
Versos de la tierra (Javier Luis Taboada)
La Tierra es una peonza que no para de girar.
Aunque parezca redonda, no te dejes engañar.
Está un poquito achatada por arriba y por abajo.
Es como una mandarina pelada marcando gajos.
La Tierra cuando se mueve, a vueltas sobre sí misma
y alrededor de su sol, sin destrozarse la crisma.
Con tal que te duermas (Gabriela Mistral)
La rosa colorada cogida ayer;
el fuego y la canela que llaman clavel;
el pan horneado de anís con miel,
y el pez de la redoma que la hace arder:
todito tuyo hijito de mujer,
con tal que quieras dormirte de una vez.
La rosa, digo: digo el clavel.
La fruta, digo, y digo que la miel;
y el pez de luces y más y más también,
¡con tal que duermas hasta el amanecer!
Nube, nube (Almudena Orellana Palomares)
Nube que subes
por los tejados.
Nube que bajas
sembrando charcos.
Nube que sube,
nube que baja,
nube que vuela
sin dejar marcas.
Nube que pinta sombras,
nube que ahueca sueños;
nube que viaja
surcando el cielo.
Nube que subes,
nube que bajas,
nube que vuelas
sobre mi almohada.
Bailaba la niña alegre (Almudena Orellana Palomares)
Bailaba la niña alegre
en una noche estrellada.
Movíase, al son del aire,
bajo la luna de plata.
¡Cómo bailaba la niña!
¡Cómo la niña bailaba!
Con ojos como dos faros
y finas pestañas bordadas.
Con el corazón muy blanco
y mariposas en el alma.
Danzaba la alegre niña
bajo la noche estrellada
Cómo bailaba la niña,
cómo la niña bailaba.
El efecto de la poesía en los niños
La poesía es un género literario maravilloso y posiblemente una de las mejores formas para que los niños tengan un primer contacto con los libros. Aunque muchos son los que prefieren contar cuentos, los poemas parta niños tienen por lo general la particularidad de ser breves y aludir a temas que a ellos les llaman la atención.
Si se comienza a leer a los pequeños algunos versos de extensión reducida, es bastante probable que poco a poco estos descubran el valor de los libros y quieran leer cada vez más.
Pero no solo esto, el leer poemas ayuda a los niños en su desarrollo cognitivo, intelectual, emocional, sentimental, despierta en ellos la creatividad y hace volar su imaginación.
Los buenos resultados que produce la poesía en la educación y el desarrollo de los niños está comprobado, por eso, es frecuente que se emplean como parte de las actividades en las escuelas infantiles, incluso en las que se atienden niños de muy corta edad.
Grandes poetas que escribieron para los niños
Quizás te diste cuenta al leer nuestra extensa recopilación de poemas que varios poetas de fama internacional pensaron en los niños y por eso escribieron algunas obras dirigidas a ellos.
Hablamos de escritores como Gloria Fuertes, Federico García Lorca, Lope de Vega, Antonio Machado y hasta la ganadora del Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral.
Todos ello, y muchos más, hicieron un espacio en sus obras para legarle al mundo hermosos versos para niños que lleguen a su corazón, y varios de ellos te los acabamos de mostrar en este artículo, que esperamos te haya gustado.